El estándar BPMN no es nuevo, ni siquiera es reciente, ya que su especificación 2.0, que es la última, fecha del año 2011 y su última revisión es del 2014. Pero sí es la opción más estable y funcional para crear un motor que gestione procedimientos administrativos complejos.
La innovación en este punto es la creación de un super-conjunto de tareas simplificadas que cumplen con el estándar y permiten programar todas las acciones administrativas de forma simple y directamente desde el navegador, sin tan siquiera salir de la app del gestor de expedientes.
Además, se ha integrado un lenguaje de programación simplificado para dotar de inteligencia al flujo, de forma que se puedan controlar las distintas ramas de ejecución en función de valores dinámicos, haciendo posible el diseño de cualquier tipo de flujo, por complejo que sea.